A lo largo del año, junto al santoral cristiano, que celebra cada día las virtudes y el ejemplo de uno o varios testimonios en la fe, la sociedad civil ha establecido El día del libro, de la mujer, del agua… Días que sirven para analizar la situación de la lectura, la evolución de las condiciones sociales y laborales de la mujer o los problemas del agua en el mundo.
El 22 de Marzo, “Día Mundial del Agua”, Ideal ofrecía un “ESPECIAL” sobre el líquido elemento, que debería ser de obligada lectura para todos los ciudadanos y, en especial, para los representantes políticos en todos los niveles. Ese mismo día, A. Sánchez, en la sección PROVINCIA, nos ofrecía un sorprendente y descorazonador informe sobre el estado de la depuración de las aguas residuales en la provincia de Granada: “Tres de cada cuatro pueblos no depuran correctamente sus aguas residuales”, titulaba. En 16 años la Junta de Andalucía ha sido incapaz de llevar a cabo la normativa europea, construyendo las Estaciones de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) necesarias. Proyecto para el que nos correspondían 373 millones de euros, a partir de 2010, y del que sólo hemos recibido unos 6 millones: el 1,6%.
Los datos son una muestra más de la mala gestión que viene realizando la Administración andaluza con los recursos públicos. Y digo una muestra más, porque ahí están los fraudes de los EREs, Cursos de Formación, y de todo lo que se quiera, con implicación de Altos Cargos, Sindicatos y bastantes amigos de la “causa” y de la “cosa”. Pero de esto se ha escrito y hablado hasta la saciedad, y algún día veremos si un juez o jueza de los que van heredando el “asunto” dicta una sentencia acertada.
En primer lugar, habría que pedir responsabilidades a los funcionarios para que las aguas sin depurar no se viertan a ríos, como se está haciendo con los responsables de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que han permitido los vertidos, supuestamente mal depurados, de la cárcel de Albolote. A pesar de que, como dice Monserrat Zamorano, ingeniera experta en depuración de aguas, en esta materia “no hay todavía conciencia social, pero tampoco en nuestras instituciones políticas”.
En segundo lugar, deberíamos contratar a un Spiriman que movilizara al pueblo contra este impuesto por una depuración inexistente, establecido en el Canon Autonómico de Depuración, y regulado por los artículos 79 y siguientes de la Ley de Aguas de Andalucía (Ley 9/2010). Las viviendas de la provincia que carecen de EDAR pagan a la Junta 12 euros anuales en concepto de canon fijo de depuración, más una cuota variable en función de los metros cúbicos de agua consumidos. A lo que hay que sumar un 10% de IVA.
Además, un municipio con 800 contadores paga por esta depuración “imaginaria” unos 4.000 €, y dos veces al año recibe la visita de un “técnico” de la Junta para recoger muestras de las aguas residuales vertidas al río o al barranco. Y, tras el análisis de las mismas, la Junta cursa una sanción “variable” que ronda los 3.000 €. Por lo que a los vecinos se les sisa otros 10.000 € anuales a través del Ayuntamiento. Todo legalmente.
Esto nos revela la incoherencia de buena parte de la gente que nos desgobierna. Sería razonable hacer pruebas para determinar si la depuración se efectúa correctamente o no. Y sancionar, si se incumple con la calidad del agua que va a retornar a la naturaleza para su reutilización. ¿Por qué nos hacen pagar unos servicios que no recibimos? ¿Dónde está el dinero presupuestado para la instalación de depuradoras? ¿Nos sancionarán desde la Unión Europea por incumplimiento de la normativa? ¿Quién sería responsable?
(Publicado en IDEAL de Granada, el lunes 17 de Abril de 2017)