Certidumbres

            TVE emitió el último «Informe Semanal» de 2021 el sábado 1 de enero. Titulado el «Año del volcán», hizo un repaso de los acontecimientos más destacados en sociedad, cultura y deporte del año saliente. Año que acababa sus días con las inexorables doce campanadas de Noche Vieja en todos los relojes de la tierra. Entre las nevadas de Filomena y la oleada ómicron, nos dieron su último adiós familiares, amigos y conocidos, y un elenco de personas que esculpieron sus nombres en distintos campos de la cultura: Santana, Brines, Caballero Bonal, Margarit, Cristóbal Halffter, Almudena Grandes, Alfonso Sastre, Quique San Francisco, Tico Medina…. Se han ido, como dice crudamente Jesús Carrasco, «por el sumidero rectangular de las sepulturas. Y ese agujero sigue abierto para siempre, absorbiendo los recuerdos de los vivos»

Sus caras cerraron el Informe Semanal en un «fundido» impactante, que provocaba un vacío en todo espíritu sensible. Muertes que nos llevan a pensar con Machado: «¿Y ha de morir contigo el mundo mago / donde guarde el recuerdo / los hálitos más puros de la vida? (…) ¿Y ha de morir contigo el mundo tuyo, / la vieja vida en orden tuyo y nuevo?».

La creación del genio, del artista, permanecerá, mientras la fragancia de su obra sea capaz de driblar a la máquina trituradora del tiempo. No es el rótulo de una calle, el nombre de un parque o de un polideportivo, sujetos a las veleidades y viles resentimientos de los políticos, los que inmortalizan a las personas. Es en el poema, la novela, el drama, el cuadro, la escultura, la sinfonía, el invento… donde se han eternizado los nombres de Cervantes, Shakespeare, Beethoven, Lorca, Miguel Ángel, Fleming… Porque seguimos necesitando la armonía de la palabra, del sonido, del color y los efectos del antibiótico…

No parece buen ético ni cultural utilizar un nombre como el de Almudena Grandes para chantajear en la aprobación de los presupuestos de Madrid. Y, a renglón seguido, jactarse de ello. Como sería incongruente ponerle su nombre a un espacio público en cada pueblo o ciudad en la que gobierne la izquierda. Porque Almudena vivirá en sus novelas, en sus artículos de prensa, mientras los lectores encuentren en ellos materia para imaginar, pensar, deleitarse…  o motivos para seguir su ideario social y político.  El crisol del tiempo nos dará los quilates de su obra. No las fobias y afectos personales que despierta la proximidad de su perfil. Esto parece cierto.

Publicado en IDEAL de Granada el domingo 16 de enero de 2022

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