Competencias Pisa

La OCDE continúa el goteo del Informe Pisa 2012 sobre las competencias de los adolescentes. Tras ponernos de relieve, hace tiempo, el bajo nivel en “habilidades para la vida diaria”, y en competencias en “lectura”, “matemáticas” y “ciencia”, acaba descolgándose, a dos años de la prueba, con que uno de cada seis de nuestros jóvenes no sabe interpretar una factura, ni comprar tomates en un supermercado.
Ante estos datos, ha vuelto a desatarse un aluvión de comentarios en los medios de comunicación, que, a veces, dejan a uno estupefacto. Un importante líder y diputado de IU quitaba importancia al asunto, en una tertulia televisiva, expresando que en este “corto período de democracia” se ha logrado igualar los niveles culturales de los alumnos. ¿Por arriba o por abajo?, ¡querido Gaspar! Se ha hablado también de la necesidad de introducir en el currículum una asignatura de “finanzas” o temas de economía en Sociales, Matemáticas…

Si nuestra Educación no desarrolla adecuadamente las competencias en los alumnos, no es por un solo motivo. Se necesita una revisión profunda de contenidos, de metodología, de métodos de evaluación y de la actitud en los educandos. Así como reforzar la autoridad en las jefaturas de los Centros. A lo largo de este “corto período democrático”, tan corto que nos ha jubilado a todos los que lo abrimos, hemos visto muchos incumplimientos, no justificados, de las programaciones, a profesores que seguían impartiendo la materia del plan anterior…, y no pasaba nada. Esto se confirmaba en las pruebas de Lengua de Selectividad, donde el perjudicado era el alumno, que hacía un comentario lingüístico en vez de uno de ideas, como exigía la norma y explicaban los Coordinadores.

En esta línea, si sabemos perfectamente los instrumentos que Pisa emplea para evaluar las competencias, ¿por qué en el desarrollo de los currículos de las distintas áreas no se hace uso de esos instrumentos? Al menos, de los que sea posible y necesario. Porque, si a un joven se le intenta explicar que el apartamento de la playa ha gastado 0 kw de luz en Marzo, y ha pagado 54 € (por potencia, Impuesto de electricidad, alquiler de equipos, renovables…, más 21% de IVA), ni le interesa, ni lo va a comprender. Y, si lee una factura de EMASAGRA o de Aguas y Servicios, en donde al consumo se le mezclan alcantarillados, depuraciones, cánones fijos y variables, y el IVA a fijos, variables y a los mismos impuestos…., seguro que no se entera de nada. Andreas Schleicher, director del Informe Pisa, puede estar tranquilo, aunque estos chicos no sepan si cuesta más barato un kilo de tomates a granel o envasados. Primero, porque los padres no los mandan a comprar. Y, sobre todo, porque, cuando lleguen a la Universidad y vivan en un piso, aquilatarán los gastos en comida, luz, agua…, a fin de sisar al presupuesto lo necesario para gastos superfluos y los vicios diarios. Parodiando el viejo adagio latino: “aquí la naturaleza sí les da lo que no les presta la Universidad”.

Si cuestiones prácticas, como se hace con los quienceañeros, se les planteara a los licenciados universitarios, ¿cuáles serían los resultados? ¿Cuántos sabrían los azulejos que tienen que comprar para un cuarto de baño que pretenden reformar? La mayoría recurre al albañil, que sabe, sí, pero que no ha superado ni el Graduado en Secundaria. ¿Cuántas personas de letras conservan las competencias matemáticas para realizar operaciones de medidas de superficies, volúmenes, o para hallar los porcentajes de una operación mercantil…? Cuántos universitarios saben usar correcta y razonadamente “por que”, “por qué”, “porque” y “porqué”.

Ojalá vayamos asumiendo, con Sócrates, lo poco que sabemos y lo mucho que ignoramos, para así hacer la “mudanza” necesaria en todas las etapas de la formación.

( Publicado en IDEAL DE GRANADA, martes, 15 de julio de 2014)

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